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Sobre qué opinar en internet.

Opinar es gratis y, si me apuráis, un derecho de cualquier personas, siempre y cuando tengamos las opiniones con educación y con respeto. El mundo de la opinión se ha convertido en un propio negocio y, además, desde muchas perspectivas. Por ejemplo, cualquier usuario echa un vistazo en las opiniones de un restaurante nuevo al que va a ir, busca qué han dicho otros sobre una prenda que quizá quieran comprar, y es que, sin esas opiniones, no tendríamos la gran oportunidad de comprar lo que necesitamos.

Para que os hagáis una idea de lo importante que son las opiniones de los demás vamos a ver una serie de datos estadísticos antes de continuar:

  • La mitad de los usuarios de menos de 50 años consultamos opiniones antes de comprar nada.
  • El 53% de los consumidores entre 18 y 29 años leer regularmente las opiniones de los servicios y productos. Aunque no es único de estas edades, mi marido (que no le parezca mal) es uno de ellos, cuando vamos a irnos de vacaciones a algún hotel de estos así grandetes y con buffet libre en plan Todo incluido, está leyendo de forma regular las opiniones, no sé si es la ilusión, de ir haciendose una idea de lo que nos vamos a encontrar, pero os puedo asegurar que desde que cogemos las vacaciones y hasta que llegamos al hotel se convierte en un experto de atención al cliente.
  • El 40% de los usuarios deciden o no comprar un producto o servicio después de leer entre 1 y 3 de las opiniones o reseñas en internet.
  • el 40% de los usuarios también expresan sus emociones y comentarios en las redes sociales.

Pero, cuando se trata de las opiniones personales que hacemos en nuestras redes sociales, también, personales, pues estamos un poco atados, quizá seamos de esas personas que no tienen en ningún momento la intención de tener su perfil de forma pública. Tanto que ahora, los reclutadores, se fijan y mucho en todo lo que escribimos, en todo lo que hacemos, en todo lo que comentamos e, incluso, los likes que damos a las publicaciones de otros.

Es verdad, que desde hace tiempo, nos cortamos muchísimo en el tipo de comentarios y opiniones que vertemos en las redes sociales, hemos aprendido bastante, hemos crecido como usuarios de internet, antes no filtrábamos tanto los comentarios, ni las diferentes ideas políticas que tenemos.

Y esto, por muy cercano que nos parezca, no es nuevo, ya en 2010 nos hacíamos eco de una de las primeras noticias relacionadas: el caso de una mujer que fue despedida por criticar a su jefe en Facebook. El comentario era algo similar a “Al parecer voy a estar por un tiempo fuera. Me encanta ver cómo la compañía permite que un paciente psiquiátrico sea supervisor”.

Hoy en día, sigue ocurriendo y todavía mucho más que hace 10 o 15 años, cuando éramos quizá más inconscientes porque no sabíamos como nos podía repercutir. Lo que supuso que para más de uno se plantease ¿Debería hacerme un perfil de mentira? Pues aquí depende de la personalidad de cada uno, de lo sangriento que sea o de lo que quiera trabajar su marca personal.

A mayores, la pregunta es ¿nos pueden despedir? sí, va a depender de lo que tengamos escrito y estipulado por contrato, y bueno, aquí la jurisprudencia alega que según la constitución “expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones”, aunque con un matiz, los insultos, las vejaciones si caben perfectamente para que alguien nos pueda despedir por nuestras ideologías en redes sociales.

También os digo, deberíamos ponernos en la situación de las empresas y emepzar a crear manuales con las normas de comportamiento que se esperan de los empleados. Manuales de uso o de cómo crear los perfiles y las publicaciones para que no haya malos entendidos. Otro melón que podríamos abrir es ¿me pueden despedir por utilizar redes sociales en el trabajo? Y de forma os diré, que por supuesto que sí, pero es un melón, que mejor queda para otro día.

Si quieres hacer un manual de uso de redes sociales para tus empleados, una estrategia de comunicación o simplemente te ha gustado, escríbenos y dinos lo que piensas. info@cactuscomunicacion.es