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El primer móvil.

Cómo entregar el primer móvil a un niño

La edad apropiada para tener el primer smartphone

Aunque la edad recomendada depende de la madurez de los niños, lo más habitual es que sea en el primer curso de la ESO cuando empiezan a querer uno y también a tener la responsabilidad para poder utilizar uno de forma autonóma.

Así que vamos a crear una lista que podemos hacer con ellos para que su uso se convierta en algo beneficioso y no en un peligro o un miedo a ¿qué hará mi hijo cuando no esté con él con el móvil?

Redactar un contrato con las normas básicas de uso

Crear un contrato por escrito ayuda a un niño a tomar consciencia de que el móvil es una responsabilidad y se lo debe tomar como tal. Este contrato debe estar consensuado entre los pequeños y los padres, porque de esta forma entenderá que parte de las normas las ha establecido. Alguna de estas cosas pueden ser:

Establecer un horario, establecer qué aplicaciones se puede descargar o que mientras esté en el colegio o practicando alguna actividad escolar el móvil tendrá que estar apagado o, por lo menos, en silencio.

En el horario que establezcamos debe quedar claro, que hay ciertos momentos del día en el que no pueden utilizar el móvil, no sólo en el colegio, sino durante las comidas o cenas familiares. También debemos establecer un horario máximo de uso, es decir, puedes utilizar el móvil durante 3 ó 4 horas al día.

Otra de las cosas que se suelen incluir en este tipo de contratos es con quiénes se relacionan, a través de llamadas o de whatsapps y explicarles que deben hacerlo sólo con familiares y amigos que conozcan sus padres. Y aquí podemos establecer un listado de contactos que queden por escrito.

Es muy importante que los más pequeños entiendan lo complicado que puede llegar a resultar que, hablen o interactúen con desconocidos, al igual que se les hace entender cuando están en la calle o salen del colegio.

También el tipo de aplicaciones a las que podrá ir accediendo, que podremos ir revisando cada cierto tiempo. Y es que, cada red social tiene una edad mínima de acceso. También en esta especie de contrato se puede dejar reflejado cuando los padres revisarán el contenido que tiene en su teléfono. Por ejemplo, una vez al mes, de forma aleatoria y ver con el más pequeño, el tipo de conversaciones y hablar con él sobre si hay algo o no apropiado.

El control parental

Antes de darle el teléfono móvil al más pequeño debemos tener en consideración la opción de instalar o activar el control parental, esto nos permitirá crear una cuenta específica en la que ciertas funciones necesitan de un pin de los padres o tutores para poder descargarse ciertas aplicaciones o acceder a determinadas páginas web.

Este control parental además permitirá ver a qué destina la mayor parte del tiempo que utiliza el smartphone, en qué aplicaciones pasa más tiempo y permitirá a los padres, establecer un diálogo para aprender de cómo utiliza su móvil.

Plantear situaciones hipotéticas.

Cuando utilizamos internet nos podemos encontrar con diferentes situaciones que pueden resultar incómodas incluso para los adultos, la publicidad, los sorteos o los formularios de contacto con demasiada información personal. Cuando se entrega un teléfono a un menor, debemos ponerles en antecedentes y explicarles cómo reaccionar ante ese tipo de situaciones.

Un ejemplo puede ser que al entrar en una página les dice que a cambio de un número de cuenta, pueden obtener un regalo, en este caso, deberíamos explicarles que nadie nos regala cosas porque sí, que nunca debemos facilitar la información personal en páginas que no conocemos.

Cargar el móvil fuera de la habitación

Una recomendación para evitar el exceso de tiempo en el móvil es que cuando lo tengan que cargar o se vayan a dormir, el teléfono quede lejos del alcance, por ejemplo, que se cargue en el salón o en la cocina y que cuando se van a la cama, el móvil también quede fuera, «ojos que no ven, corazón que no siente» y se acostumbren a tener otras actividades para irse a dormir, como puede ser leer cuento.

Conocer al pequeño

Cada padre conoce bien a sus hijos, por eso, debemos tener en cuenta su carácter y su comportamiento habitual para establecer todas las normas, si tiene un buen comportamiento en la «vida real» lo más seguro es que también lo tengan con el uso del móvil de forma particular.

Ser un buen ejemplo.

Quizá una de las últimas partes, pero no menos importante es que cuando le entregamos el teléfono además de definir una serie de normas básicas como las que hemos estado comentando, también debemos ser un ejemplo para ellos, y parte de esos comportamientos, como el de no utilizar el teléfono mientras estamos comiendo o cenando en familia, también lo deberán aplicar los padres, y si surgiera una llamada importante de trabajo, tenemos que ser capaces de explicarles o dejarla para más tarde, al fin y al cabo, la mayor parte de comportamiento que tienen los más pequeños, sólo pretenden copiar el comportamiento de sus padres.

En definitiva, explicar, dialogar educar y ser buen ejemplo para los niños sean los pilares más importantes con los que hacerles crecer utilizando el móvil de forma responsable.

1 comentario en «El primer móvil.»

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