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Whatsapp como herramienta de ¿publicidad?

Whatsapp llegó en 2009 y desde entonces se ha convertido en una de las apps más utilizadas no sólo en el mundo con más de 1500 millones de usuarios, sino también en España, somos el país de la Unión Europea con mayor uso de esta aplicación, tanto es así, que más de un 90% de personas utilizamos esta app prácticamente a diario.

¿Cómo cambia la sociedad?

WhatsApp sólo ha hecho que crecer en los casi 10 años de historia que tiene, nos ha hecho cambiar la forma en que nos comunicamos no sólo con nuestro entorno más cercano sino también en otros más profesionales.

Las empresas lo han visto como una oportunidad, como un canal de atención al cliente, que además está abierto 24 horas, les permite recordar citas, recibir pedidos…Y los usuarios particulares una forma de estar conectados con su entorno más cercano.

Hemos pasado de usar sistemas de llamadas perdidas, en el que a veces una era considerada como un no y dos como un sí, nos hemos adaptado a una forma de comunicación más sencilla y más rápida, sin embargo no es oro todo lo que reluce. Y desde hace unos días, WhatsApp se encuentra en el punto de mira.

¿Dónde está la trampa?

Como sabéis WhatsApp no tiene coste, y por tanto no tiene ingresos, y sus desarrolladores, que saben que muchas empresas utilizan la app, han pensado en lanzar una versión sólo para negocios, la lanzaron en algunos países a principios de este año, en versión sólo disponible para Android y esta aplicación permitirá a aquellos negocios que utilicen WhatsApp Business enviar publicidad a cualquiera que tenga instalada la app en su móvil.

¿Cómo es posible que nos envíen publicidad si no les hemos dado nuestro número de teléfono?

Como sabéis Whatsapp vendió a Facebook por unos 22.000 mil millones de dólares la aplicación allá por el 2014, a principios de este año, todos tuvimos que aceptar unas nuevas condiciones legales en las que de algún modo, estábamos abriendo una puerta a toda nuestra información personal con ambas empresas convirtiéndose en una de las mayores bases de datos de usuarios y hábitos de consumo para monetizar.

Con la mosca detrás de la oreja

No suficiente con saber que se exponía a un gran problema con las administraciones hace unos meses cambiaron las leyes sobre las políticas de recogida y tratamiento de datos, lo que viene siendo de forma resumida que son las empresas a las que damos nuestra información personal las que tienen que almacenar y custodiar toda esa información, que no se la pueden vender ni ceder a otras empresas, sea cual sea su fin. Tanto es así, que más de una empresa está buscando alternativas para comunicarse con sus clientes, proveedores o distribuidores.

La información personal cada vez nos importa más, sobretodo sabiendo que hay gente que quiere traficar con ella para hacerse millonario con estrategias poco éticas para conducirnos a sus cajas registradoras o a marcarnos sus directrices.

La moda de «voy a facilitar información»

La semana pasada hablábamos del caso de Trump y la agencia Cambridge Analytics quiénes con la información adquirida de Facebook cambiaron la decisión de voto de mucha gente.

Hoy saltaba en todos los medios de comunicación que la empresa de citas Grindr, también cedió información que está pululando por la red, datos con información de todo tipo, desde números de teléfono a enfermedades de transmisión sexual…y ni cortos ni perezosos, han dicho que no han vendido nada y que en todo caso la culpa es del usuario por incluir la información personal en sus perfiles…ASOMBROSO

Está claro que el sentido común es una de las virtudes más deseadas de esta época en la que nos ha tocado vivir, aunque a veces, el eludirnos de él, y empezar a usar la creatividad nos deja con historias divertidas y no siempre reales, como la del hilo que os dejamos a continuación para que no quedarnos con ese mal sabor de boca.

Usa las redes sociales, pero úsalas bien.