Hoy, 21 de junio, a las 12h 51m hora oficial, comienza el verano, durará 93 días y 15 horas, y terminará el 23 de septiembre con el comienzo del otoño. Durante la estación más calurosa y con menos lluvias debemos proteger nuestra piel, cómo creemos que es un tema muy importante, nos hemos puesto en contacto con una colaboradora Graduada en Farmacia para que nos explique un poco cómo debemos tomar el sol sin peligros.
Hace mucho tiempo ponerse moreno no era la moda, sino un reflejo de la clase social a la que pertenecían. La clase alta quería ser lo más blanca posible para que se les pudieran ver las venas y la sangre azul que circulaba por ellas. El que estaba moreno era porque trabajaba en el campo. Los nobles disfrutaban del sol bajo sombrillas o mini-paraguas que no permitían que la luz les tocara.
A mediados del s. XIX los médicos comienzan a recetar los baños de sol, para combatir enfermedades como la depresión, pocos eran los que, aunque por prescripción médica se ponían al sol, pues era un signo de debilidad, poco más adelante, en los años 20 comenzó la moda de estar bronceados, uno de los iconos de la moda, Coco Chanel, fue quien apostó por la tendencia «los cuerpos morenos». Según cuentan los expertos, la diseñadora viajó en barco, al llegar al puerto sus fieles seguidores comenzaron a imitarla y comenzaron a tostarse en las tumbonas.
Si bien es cierto, que el sol además de una moda es una fuente de energía, para la tierra y para nosotros mismos, los días que nos da un poco sol parece que estamos más contentos 🙂 no debemos olvidar que el sol, sino se toma con precaución y respeto, puede causarnos enfermedades muy graves.
La peor franja en las que podemos tomar el sol, son entre las 12 y las 16 horas, los rayos UVa son más fuertes y peligrosos. Debemos tener en cuenta algunas consideraciones para ponernos, sea a la hora que sea. Lo primero y fundamental es escoger bien un protector solar, para ellos tenemos que mirar que no tenga ninguno de los siguientes compuestos BF2, BF3, BF4 o escrito benzofenona 2, 3 ó 4 , y todos 4-MBC o OMC, éstos son filtros que están incluídos en los protectores, algunos estudios están relacionando algunas enfermedades con la aparición de éstos en la orina de mujeres con enfermedades. Al parecer estos compuestos traspasan la piel, y aunque todavía no se sabe en qué medida, por prevención es mejor que no lo tenga la crema que vayamos a utilizar.
Una vez seleccionado el protector solar, deberemos aplicarlo unos 20 minutos antes de la exposición al sol e ir renovándolo cada 2 horas, existen protectores que soportan el agua, y sí, aunque según salgamos del baño tendremos que volver a aplicarlo. En algunos países, como Australia, ya se aplica dentro de los colegios por los profesores. Ya que aunque no vayamos a ponernos directamente al sol, al salir a la calle nos dará en la cara, las piernas o los brazos, y es mejor ponerselo por la mañana antes de marchar a estudiar o al colegio porque curamos en salud, no debemos olvidarnos que la piel tiene un sistema de memoria muy avanzado y que podemos ponernos en peligro por ser vagos y no querer poner protector solar.
El sol también afecta a nuestro pelo, todo el tiempo que pasamos en el agua, la piscina sobretodo, es tiempo en el que se está deshidratando, también existen protectores solares y/o cremas para después del sol. Nuestro cuerpo también necesita más vitaminas, una buena pieza de fruta fresca nos hará sentir mejor.
Ya después del sol, tendremos que ponernos aftersun, y si nos quemamos, mejor acudir al médico que poner rodajas de tomate en las quemaduras, aunque los remedios de abuela siempre han sido infalibles 🙂 mejor prevenir que curar.
Nuestro mensaje para el verano es «no seas moscón y usa el protector»