El calor, las vacaciones, los viajes, los vinos, los propósitos y otras cuestiones emocionales forman el verano. Los turistas, las calles llenas de gente paseando, las playas rebosadas, el deporte, el buen tiempo y otro ocio nos invaden durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre. Tenemos la cabeza despejada y libre de trabajo, más abierta a los mensajes.
Algunas marcas aprovechan esta actitud de relax y ocio del verano para promover sus productos y servicios en la publicidad que desarrollan durante la temporada estival. Potencian su alcance y notoriedad a un público más amplio, los turistas que visitan nuestra ciudad, provincia o país.
Éstas marcas saben que una de las mejores formas de fidelizar a sus clientes es el trato personal, el que ellos ofrecen en el día a día o la calidad de sus productos/servicios, cada uno somos los mejores anfitriones en nuestras «casas». Es una oportunidad buena de llegar a los visitantes que disfrutan de nuestros monumentos, lugares emblemáticos o nuestras gentes.
Es una ocasión para ampliar el boca-oreja a otros lugares que no sean nuestra casa, tendremos claro está, que poder mantener una relación con nuestros nuevos «amigos» on.line. Con un e.commerce, por redes sociales, por un blog…lo que se nos ocurra, siempre y cuando podamos mantener y desarrollar día a día.
Para poder hacerlo tenemos que tener claro que queremos comunicar y hacia quién lo queremos hacer, conociendo que tipo de turista visita nuestra zona de actuación, cómo podemos llegar a él…una serie de parámetros fundamentales para que funcione una campaña.
No debemos olvidar la dupla creatividad-planificación para que realmente cumplamos los objetivos de una marca, es necesario un tiempo de investigación, de análisis y desarrollo de cualquier campaña, aunque creas que enero es pronto para pensar en verano es el momento para empezar a pensar ¿Qué mensaje lanzo en verano?
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