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¿Dónde están las reseñas de los colegios?

Google elimina las reseñas de los colegios

A finales de abril de 2025, Google tomó una decisión que no pasó desapercibida: eliminar todas las reseñas y valoraciones de los perfiles de colegios en Google Maps y en la búsqueda. Además, bloqueó la posibilidad de dejar nuevas opiniones en estos perfiles. Esta medida ha generado numerosas reacciones por parte de comunidades educativas, familias y profesionales del sector, tanto a favor como en contra. A continuación te explicamos por qué ha ocurrido, cuáles han sido los motivos y qué consecuencias tiene.

Una decisión global con impacto local

La medida afecta a todos los centros educativos que aparecen en Google con la categoría de «centro educativo» («education center»), incluyendo colegios públicos, concertados y privados de educación infantil, primaria y secundaria, así como institutos de educación secundaria. También afecta a escuelas especiales o centros de educación diferenciada si están clasificados bajo esa misma categoría.

Por el contrario, quedan fuera de esta política otros tipos de centros educativos que utilizan diferentes categorías, como:

  • Guarderías («guardería» o «daycare center»).
  • Universidades.
  • Academias privadas (de idiomas, música, refuerzo escolar, etc.).
  • Centros de formación profesional no reglada.
  • Escuelas de negocios y programas de máster.
  • Plataformas de formación online con otras categorías.

La desaparición de estas reseñas viene por una decisión consciente y deliberada por parte de Google. El objetivo es proteger a los centros escolares de comentarios malintencionados, descontextualizados o potencialmente dañinos que afectan a su reputación de forma injusta, en la mayoría de los casos.

Los motivos: acoso, desprestigio y desinformación

En los últimos años, se había observado un aumento de reseñas que no tenían relación directa con la calidad educativa del centro. Comentarios como «profesores nefastos», «trato inaceptable» o incluso insultos personales se acumulaban en algunos perfiles, muchas veces sin posibilidad de comprobación o «derecho a réplica por parte de los colegios». Quiénes a pesar de tener la opción de dar una respuesta al comentario que habrían hecho, al igual que todos los propietarios de algún negocio en Google, en muchas ocasiones se veían sobrepasados.

Uno de los casos más notorios fue el del subdirector Justin Cowley, en el Reino Unido, quien inició una campaña pública para pedir que Google eliminase las reseñas de colegios porque había detectado un patrón de comentarios abusivos que afectaban a varios centros sin ninguna base objetiva. Su petición obtuvo miles de firmas y fue ampliamente recogida por los medios, lo que acabó acelerando la decisión de Google.

Según declaró la empresa, muchas de estas reseñas no ofrecían información útil, estaban desactualizadas o eran manipuladas por personas sin vínculo con el centro educativo. En palabras de un portavoz de Google: «Nuestro objetivo es que la información que ofrecemos sea relevante y de confianza. En el caso de los colegios, las reseñas ya no cumplían esa función».

El caso de un colegio en Madrid

Un ejemplo concreto es el del Colegio Público San Miguel, en Madrid. Durante meses, el centro recibió una serie de valoraciones negativas vinculadas a un conflicto puntual con una familia, que había sido ampliamente difundido en redes sociales, lo que provocó reseñas en masa de personas que ni eran alumnos y tampoco usuarios. Las reseñas no solo criticaban al centro, sino que mencionaban por su nombre a docentes y personal administrativo. La dirección del colegio intentó denunciar estas publicaciones ante Google, pero solo una parte fue retirada.

La cuestión nace de que las opiniones en Google no se pueden borrar directamente, tenemos que denunciarlas como inapropiadas desde la cuenta de la empresa o institución y Google revisará si incumple sus políticas, si así fuera o lo determinara, la eliminaría.

Tras la aplicación de la nueva política, el perfil del colegio ya no muestra ningún tipo de reseña ni valoración, lo que ha supuesto un alivio para el equipo directivo, que consideraba que la presencia online del centro estaba siendo injustamente condicionada por una situación puntual y desproporcionada.

Reacciones divididas

Como era de esperar, esta decisión ha generado reacciones contrapuestas. Por un lado, muchos profesionales del sector educativo y responsables de centros valoran positivamente la eliminación de las reseñas, al considerar que se trataba de una herramienta que, lejos de reflejar la realidad de un colegio, podía servir como vehículo de difamación.

Por otro lado, algunas familias y asociaciones de madres y padres han criticado la medida, alegando que limita la transparencia y dificulta el acceso a opiniones reales de otras familias, algo especialmente valioso en el momento de elegir centro educativo. En algunas ciudades se han organizado recogidas de firmas solicitando a Google que estudie alternativas en lugar de suprimir por completo esta opción.

¿Y ahora qué? Opciones para los centros educativos

Ante la desaparición de las reseñas en Google, muchos colegios están buscando nuevas formas de mostrar su reputación y compartir información relevante con las familias. Algunas estrategias posibles incluyen:

  • Mantener actualizada la web del centro, incluyendo testimonios, logros y proyectos educativos.
  • Potenciar la comunicación en redes sociales oficiales.
  • Fomentar canales de valoración directa mediante encuestas internas a las familias.
  • Colaborar con plataformas especializadas en evaluación educativa que ofrezcan un espacio seguro y controlado para opinar.

Conclusión

La eliminación de las reseñas de colegios en Google es una decisión con implicaciones complejas. Por un lado, pretende proteger a las comunidades educativas de valoraciones injustas o perjudiciales. Por otro, plantea interrogantes sobre la transparencia y la libertad de expresión en el ámbito digital. En cualquier caso, pone sobre la mesa la necesidad de repensar cómo se gestiona la reputación online en sectores sensibles como el educativo, donde el impacto de un comentario puede ser desproporcionado. Queda por ver si Google implementará en el futuro nuevos mecanismos más seguros o si esta medida será definitiva.