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Sarah, la asistente virtual de la OMs

Desde hace un tiempo para aquí son muchas las herramientas que se han creado con inteligencia artificial, el uso más común y frecuente lo tenemos con Chat GPT, una herramienta que nos permite hacer muchas y nuevas creaciones basadas en los textos, le preguntamos, nos da una respuesta más o menos acertada y, a partir de ahí, tenemos un avance importante en el desarrollo de textos. Por otro lado, tenemos los generadores de imágenes con IA, nos permiten crear imágenes hiperrealistas de lo que nos imaginemos. La clave principal va a ser que tenemos explicarles de una forma muy concisa, detallada y un estilo qué queremos crear. Fácil desde luego que no es, tenemos que tener muy claro qué tipo de imagen queremos conseguir y cuál es la estética. Por ejemplo, imagínate que quieres hacer un vestido de novia y lo tienes cristalino cuál y cómo lo quieres, vas al modista y le explicas de forma detallada en qué consiste y cómo nos imaginamos.

Puede que al principio se nos complique, pero hay ya mucha, muchísima gente que hace y crea contenidos para las redes sociales con la IA, tanto que incluso hay una influencer que gana unos 3000 euros al mes con patrocinadores. Una influencer, Aitana López, joven, con el pelo rosa y que ni tan siquiera exista porque es fruto de la IA, obviamente, estará gestionada por algún humano que ha visto la oportunidad y, ¡oye! le ha salido bien. También hemos visto que Telecinco se sacó de la manga una nueva presentadora creada también con IA, Alba Renai, una #virtualinfluencer que no acaba de gustar a los espectadores.

Y aunque nos puede gustar más o menos, está claro que la IA ya está entre nosotros para cosa tan efímeras y banales como las que acabamos de citar y, en otras ocasiones, con aplicaciones más interesantes que el propio marketing o alcance o generación de seguidores. Estoy refiriéndome a Sarah, una asistente virtual que ha creado la OMS para acceder de una forma más rápida y universal a la información relacionada con la salud.

El nombre de Sarah proviene del acrónimo de Smart AI Resource Assistant for Health, o lo que es lo mismo: asistente inteligente de IA para la salud. Y aunque la han presentado el pasado 3 de abril en sociedad, ya tuvo antecesoras que jugaron un papel importantísimo durante el COVID-19 y es que, ayudaron a combatir la información errónea que teníamos en la red, ofreciendo información actualizada y de forma interactiva a aquellos que accedían a la web de la OMS para informarse de las últimas novedades.

Ahora, además, informa de la actualidad con temas sobre la salud, que incluyen la salud física y la mental y está preparada (porque así le han programado) para ayudar algunas de las causas de muerte más comunes. Vamos a ver un poco más sobre este nuevo ser, que advierten ya, desde la página web de la OMS y recordamos aquí, que no puede sustituir la atención médica en caso de ser necesario.

¿Cómo accedo a esta información?

Bueno, lo primero que tenemos que hacer es entrar en esta página, y por una vez,sin falta de registrarnos ni nada por el estilo, podemos ir directamente a hablar con la asistente, el único pero que le veo a priori es que nos pide acceso a la cámara y al micrófono, datos biométricos que aún tienen más restricciones que si facilitamos un mail, y en ningún momento nos da acceso a las condiciones de privacidad o el uso que se realizará con esos datos. Según la OMS es necesario este acceso para que “la interacción sea auténtica y parezca humana”, porque la IA “necesita recabar y procesar información relacionada con las expresiones del usuario”. 

Dejándolo a un lado las dudas sobre seguridad, la asistente está disponible en 8 idiomas, entre los que se encuentra el español. Podemos seleccionar cómo queremos hablar con ella, si por el microfono y con una cámara o bien, a través de un chat como el que os muestro a continuación y en el que podéis ver una simulación de conversación muy cortita.

En fin, lo único que debemos tener claro es que cada vez nos vamos a encontrar con más asistentes y chats que nos ayudarán a generar y acceder a la información y, por ejemplo, en Facebook, ya están poniéndose las pilas porque han decidido que próximamente nos enseñarán a través de etiquetas si un contenido está creado o no por IA. Algo que se agradece, porque independientemente de si nos gusta más o menos, tenemos que saber qué es y quién lo desarrolla o quién lo hace. Es decir, si a un influencer le piden etiquetar la publicidad a un contenido creado por IA también debería enseñárnoslo.

Si no sabes cómo la IA puede ayudarte, ponte en contacto con nosotros, cada vez hay más herramientas que nos pueden servir de utilidad para el día a día tanto personal como profesional.