Hoy vamos a dar respuesta a qué es, cómo se hace y por qué deberíamos hacerlo. Nos planteamos este tipo de contenido, porque vivimos en una sociedad en la que practicamente todos tenemos y creamos contenido digital de forma diaria. No me estoy refiriendo única y exclusivamente a los contenidos que creamos para las redes sociales, son tan sólo una parte, también podríamos incluir cuentas de mail, archivos o documentos que tengamos en la nube, criptomonedas o cualquier otro intangible, como los NFT (de los que hablaremos otro día), entre otros.
El testamento digital es un documento, como otros tipos de testamento, en el que ponemos todos los detalles de los recursos digitales que tenemos, facilitamos por tanto, la información de acceso y determinamos qué es lo que queremos hacer con nuestra información, donde se nos abren 3 posibilidades: que se elimine, que se conserve (hasta que lo haga la parte contenedora) o cederla a otra persona de confianza.
Partiendo de esta base, tanto las redes sociales como muchos sistemas operativos cuando configuras o entras a la configuración de la información privada te da la opción de nombrar a personas que se harán cargo de la información o, al menos, de tener el acceso a tus cuentas personales. Facebook sin ir más lejos hace muchos años que creó esta función.
3 casos de fallecidos y procedimientos en redes sociales
En Cactus Comunicación ya tuvimos que lidiar hace mucho con un caso de un joven que murió en un aparatoso accidente de tráfico y su hermana nos contactó para que borrásemos todas sus cuentas, algo que nos supuso un gran esfuerzo en tiempo y hablar con las diferentes empresas que se encargaban de toda esa gestión. Nos volvimos locos.
Otra amiga, que también murió demasiado joves, aún sigue teniendo su perfil activo en redes sociales porque en su familia hubo disparidad de criterios y, al final, no pudimos hacer nada porque unos querían mantener el perfil y otros que se borrase. A día de hoy, es muy triste, sobretodo en los primeros años, cuando los que no se habían enterado de su fallecimiento le felicitaban por el cumpleaños y le decían que haber si se veían pronto.
En otro caso, y sí, parece mentira que tanta gente cercana joven se haya muerto, un amigo decidió dejar de vivir, en este caso, un poco más alejado de su familia, lo que hicimos, en una decisión común entre varios colegas, hacer su perfil conmemorativo, una opción que ofrecía Facebook en su día en la que teníamos o tuvimos, mejor dicho, que enviar las esquelas a la compañía para justificar su muerte de una forma oficial, y es que sino hubiera justificación, estoy segura que más de uno, podría hacérselo a otros.
Al cabo de un año, empezamos a ver las funcionalidades en las que podíamos indicar qué queríamos hacer con nuestras redes sociales, con nuestros contenidos y de forma fácil nombrar a alguien que fuera la persona responsable de decidir qué hacer y, poder acceder a los perfiles.
¿Qué debemos hacer para crear un testamento digital?
En primer lugar debemos recopilar toda la información relacionada con absolutamente todo lo que hacemos o tenemos en internet: el usuarios, las contraseñas de las redes sociales, las webs a las que estamos suscritos o los servicios de contenidos en streaming. TODO.
Un ejemplo para alguien que tiene un uso medio de internet: cuenta de cloud (donde almacena las fotos o vídeos), redes sociales (facebook, instagram…o las que tenga), Netflix, YouTube, Spotify….
Por otro lado, debemos reflejar en algún sitio qué queremos que se haga con toda nuestra información, digamos que nombramos a una albacea digital que sea quién se encargue de llevar a cabo la voluntad que hayamos decidido.
Por ultimo, pero no menos importante, debemos firmar este documento de una forma legal, es decir, ante notario como cualquier otro tipo de testamento que pudiéramos hacer.
¿Hay diferentes tipos de testamento?
Sí, tenemos dos tipos: el que es mucho más genérico, pero que nos puede abrir las puertas para hacer casi cualquier tipo de gestión que se llama testamento digital de emergencia (correo electrónico principal, cuentas bancarias…) y, por otro lado, tenemos el completo y detallado, en el que pondremos absolutamente toda la información que consideremos pertinente.
Sino quiero ir a un notario, puedo tener alternativas
Hoy en día, la facilidad con la que contamos para almacenar y generar contraseñas es muy amplía, casi todos tenemos asociadas alguna información que se guarde de forma automática, siendo la única contraseña que quizá nadie conozca es la de acceso al ordenador, por lo que, deberíamos dejarlo anotado en algún sitio. En una nota del móvil, nombrar a alguien como albacea digital en el sistema operativo de nuestros móviles o simplemente, en nuestra libreta o una nota en la mesilla de noche. También podemos dar pautas en alguna conversación como las que otras veces de forma menos digital se ha hecho. Yo si muero quiero que me incineren o quiero que me entierren, depende de las creencias el qué van a hacer con la información, igual que con nuestro cuerpo, así que, un día de estos, pensad que queréis que pase con el contenido que generáis día tras día, quién debe encargarse y cómo debe proceder.