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Los asistentes de voz ¿son un ataque a la privacidad?

Los asistentes de voz nos escuchan

Como ya os avancé la semana pasada, me compré un Google Mini, es un asistente de voz que ha creado Google con el que podemos trastear y dar ordenes a todo aquello que tengamos conectado a internet, también lo podemos utilizar como altavoz o sistema de sonido.

¿Qué es un asistente de voz? – Google Mini

Lo primero que tenemos que hacer es conectarlo, en una zona en la que pasemos más tiempo, o donde creamos que le vamos a sacar más partido, yo pensé en instalarlo en el salón, con la idea de que me conecte los capítulos de Netflix cuando le diga «Ok Google temporada 1, capítulo 5 Hill House» (por cierto os la recomiendo a todos, es una pedazo de serie que te mantiene en vilo durante los 10 capítulos de la primera temporada).

Una vez instalado, podemos empezar a pedirle que haga cosas para nosotros, una de las primeras cosas que nos solicita es configurar el modo buenos días, en el que podemos pedirle que nos diga el tiempo que va a hacer, las noticias más importantes del día, la agenda o citas que tengamos y finalice sintonizando nuestra emisora de radio favorita (dentro de las opciones que nos deja claro…que son un poco limitadas). También tiene un modo de «buenas noches» que empieza preguntándote a qué hora quieres activar la alarma, la agenda del día siguiente y el tipo de sonido que quieres para quedarte dormido, entre otras opciones. Y además podremos ir añadiendo tantas aplicaciones como queramos o estén disponibles.

¿Qué le puedo preguntar a Google Mini?

Cuando instalas un aparato de estos, se te ocurren cosas para preguntarle, más que nada por ver cómo funciona, y al igual que en otros asistentes de voz no siempre nos entiende, o sabe cómo realizar la búsqueda en la que habíamos pensado, y lo que parecía ser un mero entretenimiento, acaba convirtiéndose en un núcleo nuevo de estrés.

Y es que, como quieras hacer una pregunta demasiado específica, no siempre te entiende y vas cambiando la pregunta, inventando variables para afinar la búsqueda…que no dan resultado. Y eso que queréis que os diga, desquicia a cualquiera y es el momento en el que piensas, ¡Ya no lo uso más! (sólo en ese momento). Sin embargo, cada día le preguntas algo, como el tiempo antes de salir de casa o le dices que te recuerde alguna reunión. Es útil.

El espía más silencioso

Los más conspiranoicos, que los hay, creen que estos aparatos pueden ser los mejores espías de una casa, en parte, razón no les falta, vayamos por partes, en los asistentes de voz, se graban (si lo seleccionamos así) todas y cada una de las cosas que le hayamos dicho al aparato tras decir «Ok Google» o el saludo que corresponda según el asistente, podemos tenerlo activo o no, y en caso de tenerlo activado, podemos acceder a todas las grabaciones que se almacenan en la nube, y borrarlas. En este punto, he de decir, que si eres de esos que odian que les sigan los anuncios de publicidad almacenados es bueno que lo borres cada poco tiempo.

¿Los asistentes de voz graban las conversaciones?

Algunos afirman que en las grabaciones que se han almacenado aparecen conversaciones que nada tienen que ver con la búsqueda que hemos realizado, he probado y revisado las grabaciones que ha almacenado y no hay ninguna que no esté relacionada con las búsquedas o solicitudes que le hicimos, a lo largo de toda esta semana.

Según explican en las condiciones de uso, esas grabaciones se utilizarán para mejorar al asistente, y aunque será así, yo por ejemplo, echo en falta algún tipo de mecanismo en el que podamos enseñar al dispositivo a entendernos algo mejor. Mejoras a parte, y volviendo a las teorías conspiranoicas, surgen porque en un momento alguien denuncia algo que le ha pasado. Es el caso de una parejita que tenía en su casa a Alexa (el asistente de Amazon).

Ellos decían que les habían espiado porque un amigo recibió una conversación que se había grabado, la realidad es que el aparato entendió mal, lo que ocurrió es que el aparato entendió que grabara una conversación y se la enviase a uno de los contactos. Esto se produjo porque uno de ellos pronunció una palabra muy similar a Alexa y a partir de ahí, desde otra habitación ocurrió el malentendido…

Alexa le monta un show de madrugada

Este ejemplo, puede tener una explicación lógica, sin embargo, el caso de un alemán al que le derribaron la puerta para apagar a Alexa a las dos de la mañana se había puesto a emitir música a todo lo alto que daba el aparato, te hacen sospechar mucho más, entre otras cosas, porque el señor ni tan siquiera estaba en casa, y no se sabe cual pudo ser el origen de la orden, mete miedo.

Escuchen nuestras conversaciones o no, son unos aparatos cada vez más habituales que nos permiten crear listas de la compra en cuestión de segundos, encender la calefacción, las lámparas o subir las persianas para que cuando lleguemos a casa esté todo a nuestro gusto.

1 comentario en «Los asistentes de voz ¿son un ataque a la privacidad?»

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