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¿La era de las (no) redes sociales?

Las redes sociales son males de la sociedad

Ultimamente la tendencia es poner en duda la utilidad y la presencia en las redes sociales, parece que lo que un momento fue la gallina de los huevos de oro empieza a desvanecerse por titulares como «las redes sociales son la mayor causa de estrés», «estamos perdiendo la intimidad», «son una perdida de tiempo»… son sólo algunos ejemplos de cómo los medios y la opinión pública están generando ruido en torno a este tema, aunque la verdad es que en la mayoría de los casos, viene motivado por una mala experiencia o de un uso inapropiado por desconocimiento.

En el otro extremo están, o estamos, los defensores de estos canales que, nos han permitido establecer nuevas formas de comunicación, dadas por la inmediatez y de modelos empresariales, nuevos servicios que ni nos hubiéramos imaginado hace no tantos años. Nos desvelan a diario verdades a veces cómodas y otras un poco más peliagudas.

Si nos paramos a pensar en frío, tendríamos que pensar en qué, en realidad, las redes sociales nos han hecho evolucionar por muchas razones, ahora bien, son beneficiosas, sí, pero como todo en su justa medida y con conocimientos sobre qué tenemos delante de nosotros.

El objetivo: lo qué pretendemos de las redes sociales

Una de las primeras cosas que debemos plantearnos para tener presencia o no en las redes sociales es para qué las vamos a utilizar, ¿conectar con gente para entablar conversaciones? ¿una función educativa? ¿entretenimiento? ¿ser influencer? ¿conseguir clientes? ¿estar informados? … lo que queramos, a partir de este punto, empieza lo «difícil», pensar en qué debemos publicar y cómo

Encontrar la mejor forma para hacerlo con una buena imagen, un texto, un significado no siempre es fácil, porque no vale con publicar todo lo que nos pase por la cabeza…aplicar el sentido común, una reflexión que se puede hacer sobre si compartir o no un contenido es pensar, si me encontrara con un desconocido por la calle ¿se lo diría? o ¿le ensañaría la imagen o el vídeo? Si te da pudor, quizá no sea lo más apropiado ¿no?

La educación será un factor clave para la evolución de las redes sociales.

Muchas veces la gente se ceba con otras personas o marcas que han hecho algo mal. El último caso más sonado, fue el de Kanye West quién hace unos días volvía a eliminar sus perfiles y todo porque había dado una opinión sobre Donald Trump y se abalanzaron sobre él los que no estaban para nada de acuerdo, que podríamos resumir en Muerto el perro, muerta la rabia. La solución que tomó el artista quizá sea la más cómoda, pero no la más acertada, teniendo en cuenta que es un personaje bastante famoso y que probablemente las marcas le contratasen para hacer publicidad.

Este tipo de acciones de avasallamiento hacia una persona vienen promovidas por la sensación de anonimato, y la falta de educación que eso conlleva, como pienso que no me reconocerán, le puedo decir lo que sea. Y digo sensación porque no siempre somos conscientes de que estamos dejando un rastro, una huella digital, que a veces resulta casi imposible de borrar. Si además de las formas, añadimos las emociones y los impulsos en cuanto a unas declaraciones polémicas, lo mejor que se puede hacer es rectificar o pedir disculpas, no hace falta caer en los insultos ni mucho menos las amenazas.

El cómo decimos las cosas

Una cosa que las redes sociales aún no han conseguido es que comuniquemos el tono en el que estamos exponiendo una serie de argumentos o ideas, la expresión de nuestro gesto o la mueca que estemos haciendo, lo que genera muchos malos entendidos, sobre todo en la mensajería instantánea, que acaban enemistando a las personas, y aunque el tema de las notas es un plus para apreciar el tono con el que nos dicen o contamos las cosas, lo mejor es resolver esos temas delicados quedando con la persona para tener una conversación en la que os veáis y escuchéis, será más fácil solucionar un problema. Para todo hay un momento, no porque nos gusten las redes sociales, tenemos que hacerlo todo en ellas.

Una cuestión de horarios

Otro de los argumentos que podemos escuchar para que no utilicemos las redes sociales es que nos hacen perder el tiempo, y bueno, aunque destinemos parte del día a compartir, responder o revisar lo que ha sucedido en las redes sociales, debemos ponernos un horario, que dependerá de los objetivos que nos hayamos propuesto para ellas.

Tenemos que ser capaces de priorizar lo qué tenemos que hacer, en el caso por ejemplo de los más pequeños una idea puede ser al finalizar las actividades del día (deberes, extraescolares, recoger la habitación…) pueden disfrutar de un rato en redes sociales, igual que cuando éramos pequeños nos lo decían para ver un rato la televisión.

Todo en exceso acaba siendo malo

Cualquier cosa en exceso es mala, pero de ahí a suprimir la presencia en las redes sociales hay un abismo…igual que tenemos establecidos los horarios para trabajar, para hacer deporte o aprender idiomas, ¿por qué no establecer un uso determinado para las redes sociales?.

En definitiva, las redes sociales son buenas con el uso apropiado de ellas, y tener constancia sobre que no todo lo que veamos es cierto, que no todo es inocente y que como en todos los sitios, hay locos que están dispuestos a hacer cosas horribles, ¡no os fiéis de quién os regala un caramelo en la puerta del colegio!