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Año nuevo

Empezamos el 2018 y lo hacemos con varias cosas pendientes, a más de uno casi le da un parraque cuando momentos antes de empezar la gran noche del año, se dio cuenta de que Whatsapp no funcionaba, durante una hora aproximadamente, la saturación de los servidores se habían colapsado. Es algo que ya empieza a preocupar entre los usuarios, pues es la segunda caída a nivel mundial de la aplicación en el último mes.

Que se caiga Whatsapp en esta época parece ya una tradición, el año pasado pasó algo similar y afecta a un montón de seguidores lo que explica que se convirtiese en trending topic en las redes sociales y también para los medios de comunicación, ya que junto a otras noticias previas a los vestidos de la nochevieja. Normal, porque al fin y al cabo, a muchos nos tocó utilizar otros medios para acabar de concretar lo que se iba a hacer esa noche o felicitar a nuestros contactos el año nuevo.

¿Las razones?

Algunos se han aventurado a que se debe al cambio de los servidores por parte de Facebook, otros que se debe a la subida de nuevos usuarios, y algunos incluso se atrevieron a decir que era cosa de hackers, lo que parece ser lo más probable es que muchos lo hemos utilizado para acabar de concretar los planes, para hablar con la familia y desearles feliz año nuevo, y que haya sido un problema técnico parece la razón con más consistencia para el fallo de la aplicación.

Casi todos usamos whatsapp

Aunque lo cierto es que se saturó por el elevado uso de la app estos días de navidad, y es que además de la nochebuena, en la que se empieza a felicitar las navidades, nochevieja es mucho más popular en todo el globo terráqueo. Y es que si habitualmente tiene unos mil millones de usuarios al día activos, en estas fechas el uso aumenta.

Aumenta porque escribimos prácticamente a todos los números de teléfono que tenemos en la agenda, son fechas en las que las personas parecen estar más contentas y por otro lado, quien más o quien menos ha recibido o enviado algún mensaje, desde el típico mensaje a vídeos de cada comunidad autónoma para celebrar las fiestas.

Los más afectados por el uso horario

Una de las cosas más curiosas de lo que ha pasado es que los que más se quejaron sobre la caída del servicio son las zonas de Europa y el sudeste asiático, quizá porque coincide con la franja horaria y es que el servicio dejó de funcionar entre las 7 y las 8 de la tarde, el momento justo para felicitar el año, antes de irnos a cenar con nuestras familias o amigos.

Otra de las razones es que una gran cantidad de usuarios de diferentes lugares del mundo, lo hacen simultáneamente, por ejemplo, la gran mayoría de los países europeos tenemos el mismo uso horario, lo que significa que todos estamos felicitando el año sobre la misma hora, y lo más habitual, hoy en día, es que todas esas personas feliciten el año a través de Whatsapp.

Los indignados de Whatsapp lo reflejan en redes sociales

La gente se indignó una barbaridad, lo suficiente como para poner quejas y chistes sobre la caída, aunque deberíamos recordar aquellos años en los que nada más comernos las uvas los teléfonos no funcionaban porque se habían saturado las líneas, la diferencia es que no teníamos redes sociales para poder hacer evidente nuestras quejas, o si lo hacíamos sólo nos escuchaban los familiares o amigos que teníamos al lado.

Mirando al futuro

El mundo tecnológico se enfrenta este año a muchas particularidades, el uso de smartphones y de las aplicaciones con conexión a internet son cada vez mayores y es lógico pensar en que muchos se van a tener que adaptar, ya no sólo por las caídas que pueden sufrir por problemas técnico o por los ataques de hackers para obtener, en la mayoría de los casos información sobre los usuarios, sino porque cada vez somos más los que utilizamos estas aplicaciones para comunicarnos con otras personas, ya sea a nivel particular o profesional, por eso, cuando pase, lo mejor es tomarlo con humor y disfrutar de las personas que tenemos a nuestro alrededor como más de uno aseguró que era la razón de la caída.

En fin, feliz año con paciencia, buen humor y sobretodo sentido común.