Relojes inteligentes

Cada vez vemos a más gente con relojes inteligentes, se dice que el primer reloj inteligente fue prototipado por la compañía HP allá por 1977, el año pasado se vendía en ebay por más de 14.000 doláres.

Más actuales son los primeros en salir con sistemas operativos Android, y desde hace poco también han lanzado el Apple watch.

Como curiosidad es que el reloj de Apple se ha visto en una polémica en cuanto al uso de la marca iwatch, propiedad de una empresa europea que se dedica a desarrollar software por lo que la compañía de la manzana ha tenido que prescindir de la I y que todavía muchos llaman iWatch.

Está muy bien eso de un reloj inteligente sobretodo si sabemos ¿Para qué sirve? Y le sacamos provecho.

Los más baratos los podemos encontrar como casi todo, en Aliexpress, desde unos 6 euros hasta los más sofisticados de iWatch que alcanzan más de 9.000 euros. Esto se debe a que algunos de estos relojes se fabrican con correas de oro o de plata, tenemos materiales para todos los gustos.

El mayor inconveniente que tienen es que debemos cargar la batería prácticamente todos los días, muchas veces se nos olvida cargar el móvil, así que el reloj…ya ni os digo, otro problema que tiene en la actualidad es que debemos llevar nuestro móvil cerca. Se supone que en las futuras ediciones de los smartwatches se podrá dejar el móvil en casa y que funciones nuestro reloj a kilómetros.

Muchas aplicaciones disponibles hoy en día para nuestros teléfonos están adaptándose a la nueva revolución que nos espera. Adaptan el tamaño y la forma de manejarnos en las aplicaciones sin perder el objetivo de la misma. También han salido otras aplicaciones que pretenden aportar información o manejar la información de una forma más sencilla.

Desde mantener una conversación telefónica, pasando por ver de una forma muy simple la información del tiempo o las noticias, a otras aplicaciones que pueden ayudar a las personas. Es el caso de una aplicación con origen español, se llama ViaOpta y servirá como guía a personas ciegas, ya que la aplicación utiliza voz y vibra alertando a la persona de intersecciones o puntos de interés. También permite la identificación de objetos en sitios desconocidos para una mejor movilidad.

Algunos de los relojes inteligentes además incorporan un sensor que mide nuestras pulsaciones y nos lo traduce en forma de estadísticas en las aplicaciones propias o en otras que usemos porque nos dan mejores resultados o lo analizan de otra forma.

Aunque todo esto que os cuento está muy bien por las mejorías que podrían suponer, pero en realidad ¿cómo se usa? El principal uso es ver la hora, y recibir notificaciones de las redes sociales o el gestor de mail, también podemos ver quién nos llama y decidir si queremos cogerlo o no, o si estamos en un sitio que no conocemos, guiarnos con las indicaciones de los mapas y navegadores.

Otros usos menos extendidos es para personas por ejemplo que sufren desorientación, nos podría servir bien para saber dónde están o bien para enviar recordatorios a personas que están enfermas. Sin embargo, creo que el uso principal que se le dará de aquí a unos años es la opción de monedero o una forma de autentificación para abrir puertas o realizar gestiones.

Para los más pequeños también habrá una versión, este reloj para menores se llama FiLIP y será comercializado por Telefónica, este dispositivo está pensado para niños entre 4 y 11 años y cuenta con tecnologías GSM, GPS y WiFi para la geolocalización, pero además es capaz de hacer y recibir llamadas y recibir mensajes. Funciona a través de una aplicación disponible tanto para iPhone como para Android desde la que se puede ver la posición del reloj y por tanto la del niño.

Una de las funcionalidades de este reloj es que podremos limitar una zona que sea la habitual y si el niño se sale de la misma el reloj lo reconocerá y enviará una notificación a los padres.

De momento no está claro que este tipo de tecnología se instale en nuestro día a día como un instrumento imprescindible, tanto por el precio, como algunas barreras sociales, por ejemplo, a mi me daría vergüenza estar hablándole a la muñeca mientras otros me miran y seguramente también escuchen la conversación que mantengo. Supongo que esto sea ya más una cuestión más personal.

Aunque mirándolo de otro modo, si todas las marcas que fabrican smartphones o tabletas están invirtiendo en sacar sus propios relojes y las marcas se esmeran en adaptarse a esta nueva tecnología a través de sus aplicaciones, y se haya estimado que sólo durante este año se vendan más 20 millones de unidades, quizá si sean unos aparatos que vengan para quedarse y hacernos la vida más sencilla.