Con este post no pretende ser la típica lista de consejos banales, vacíos y típicos que no aportan información esencial y que son demasiado obvios. Pretendemos echar un cable desde el punto de vista de la experiencia vivida, a los que estéis empezando a pensar en montaros algo por vuestra cuenta y os encontréis perdidos en un mar de dudas sobre mil cosas que antes nunca os habíais planteado.
Formación
Si te decides a hacer un curso sobre «emprendiduría» de los cientos que ofrecen organismos públicos y privados, asegúrate de que estás invirtiendo tu tiempo (y en algunos casos tu dinero) de la mejor manera posible. Mira, revisa, vuelve a revisar y pregunta todo lo que no tengas claro acerca del temario, asegúrate de que los contenidos se ajustan a lo que estás buscando, en definitiva: si vas a hacer un curso, estate seguro de que te va a ayudar a hacer un montón de cosas que ahora no sabes hacer (facturación y nóminas, seguros sociales, impuestos, contabilidad, proveedores….).
Ayudas y subvenciones
No te dejes llevar de manera inmediata por las ayudas y las subvenciones, muchas veces están supeditadas a una serie de condiciones que en principio desconoces (vamos, la letra pequeña de toda la vida) y que una vez concedida la ayuda, más que ayudarte, puede jugar en tu contra. Muchas subvenciones van ligadas a un periodo de permanencia en la actividad que realices que quizá no puedas asegurar cumplir. Toda ayuda es buena, pero desde luego que no a cualquier precio.
Contabilidad y finanzas
Si no tienes ni idea de contabilidad y lo que le rodea, la mejor opción sin duda es contratar a un asesor que te lleve los papeles de los temas fiscales y económicos. Los hay muy profesionales y muy asequibles al mismo tiempo. También los hay que llevan una larga carrera como trayectoria y defraudan. Habla con personas que tengas alrededor sobre su experiencia con su asesor, pide opiniones y toma una decisión. Cuando la hayas tomado, pregunta todo lo que no sepas o lo que te suene a chino. Al asesor todo le va a parecer muy fácil y la mitad de las cosas las va a dar por supuesto porque para él esto es pan comido. Que te explique las veces que te haga falta todo lo que no tengas claro, piensa que al final el responsable último de cualquier error contable vas a ser tú, y el asesor (valga la redundancia) está para asesorarte.
Ahora bien, depende de la actividad que realices y los conocimientos que tengas, no siempre es «obligatorio» contratar una asesoría. Si tu negocio emite pocas facturas al trimestre y tienes espíritu aventurero, puedes hacerlo tú mismo con los modelos de Hacienda para el IVA y el IRPF, o bien, valerte de algún software de gestión que te ayude a hacer estos papeleos de una forma más fácil y sencilla. Os podemos decir que el software de gestión de SAGE que ofrece ING Direct, es sencillo, intuitivo y útil.
Motivación y eventos
Serán prácticas para ti los eventos o charlas en las que otros emprendedores que están en la misma situación que tú cuenten su experiencia, qué problemas ha tenido, qué soluciones ha encontrado, cosas que quizá aún no te hayan pasado pero te pueden pasar y soluciones que es posible que no te hubieses planteado. Acude a eventos de networking en los que conocerás a profesionales de diferentes sectores con los que podrás interactuar más adelante en tu actividad profesional, bien como clientes o bien como proveedores.
Huye, huye como si no hubiese mañana de los falsos profetas, de los charlatanes venidos a más, de los predicadores de tercera, que se cobijan falsamente bajo el paraguas de «coaches» (pobres coaches reales, ellos tienen que estar que trinan con estos listillos que están socavando la integridad de su profesión). Huye de las charlas plagadas de estereotipos y de frases hechas del estilo a «crisis en chino se escribe con el caracter de oportunidad y el de peligro» (ughh me cansa sólo escribirlo) y otras por el estilo. Huye del falso triunfador que solo te habla de lo bueno que es él y lo bueno que va a ser para ti escuchar lo bueno que es.
Y sobre todo: disfruta con lo que hagas, disfruta y no le des el placer a ningún cenizo de cejar en tu empeño.